Nace en Viena, Austria, en el año 1939. Se puede decir que la ocupación norteamericana del sector donde él vivía le puso en contacto inmediatamente con el jazz. Esta música era una de las pocas cosas que alegraban el corazón de un país lleno de ruina, de hambre, porque eso es lo que significaba un país en la post-guerra.
El jazz traído por las tropas de ocupación fue algo que le capturó, viniendo de un ambiente popular, porque era muy difícil estudiar música en Austria. No tenía muchas escuelas, menos aún escuelas de jazz. Cuando tenía 6 o 7 años de edad, le llamó mucho la atención Glenn Miller, la música de los negros, el swing; así se dedicó a estudiar jazz. Pero su formación se la dio su segunda tierra y actualmente el país donde reside, Venezuela.
Sus Inicios.
A la edad de los 17 años comenzó tomando clases de Armonía con Tito Fuentes, clases privadas con músicos como Eduardo Cabrera, Rubén Jacpo y profesionales que están todavía en el ambiente. No había nadie que estuviese dando clases de jazz como actualmente él hace, tampoco ninguna escuela. Poco a poco se fue formando una educación más bien autodidacta, toma cursos por correspondencia desde Boston (Berklee College of Music). Su actividad profesional se desarrollaba principalmente en Venezuela, a pesar de algunas apariciones en el exterior.
La Ausencia
Entre 1974 y 1981 se radica junto a su familia en una finca en Mérida a 2.500 metros de altura. Sin luz eléctrica, alumbrándose con velas, haciendo música con su piano de cola, practicando Tai-chi, regando flores, sembrando vegetales. En esta época logró intenalizar y estudiar la música de Bach en piano, y sus recitales eran de piano solo que incluían obras de Bach y hasta Ragas Hindúes. Era una época muy hermosa, pero el aislamiento no puede durar para siempre. Caracas le llamó. Mucha gente deseaba estudiar con él, gente que se trasladaba hasta Mérida para aprender.
Su Regreso
En el año 1982, acompañado de su banda, participa en el festival de Jazz de Berlín. A partir del año 83 se dedica a elaborar su música con Instrumentos Electrónicos utilizando la tecnología MIDI, performance que protagoniza su carrera por varios años subsecuentes y que le consagra como pionero en el manejo de estas tecnologías en Venezuela. A finales de los 80’s publica su CD “VOLAO”, trabajo discográfico que resume el concepto de su Midi Jazz Performance. Produce discos para María Rivas y Desorden Público (1990), y participa en otras varias producciones musicales. En 1.999 sale al mercado su CD “PROFUNDO” un retorno a lo acústico, en sus propias palabras “una vuelta a sus raices” consagrandose como uno de los músicos en la escena venezolana más influyentes y respetados; le acompañan Andres Briceño (bateria) y Carlos Rodríguez (Contrabajo) quienes conforman el trio, considerado un clásico en los años siguientes. En 2.005, luego de una extensa actividad de conciertos y su acostumbrada rutina pedagógica, publica FREE PLAY & LOVE SONGS, Vol 1. Un disco sencillo y brillante, que recoge la esencia “en vivo” en una estupenda selección de temas. Es parte de “EMPATIA” , una producción de Pablo Gil (saxofonista) y Carlos “Nené” Quintero”, considerado como uno de los trabajos discográficos de jazz más importantes de los últimos tiempos en Venezuela. Sus presentaciones en conciertos durante 2005-2006 recibieron los más grandes elogios.
En la Actualidad
A finales de 2.006 Gerry lleva su música a Tokio, Japón, en una serie de conciertos de gran trascendencia no solo en su vida profesional, sino tambien en lo espiritual, dejando muy en alto el nombre de este, ya su país de adopción, Venezuela, tanto en la musica como en su disciplina deportiva favorita el Karate Do, participando en el mudial. Es imagen de la conocida marca CASIO para su serie de pianos digiitales “Privia”.
En diciembre de 2.006 se edita GERRY WEIL, NAVIJAZZ, un disco en formato “solo piano” que compila algunas de sus nuevas composiciones junto con clásicos navideños, el cual salio a la venta durante los conciertos de GERRY WEIL, NAVIJAZZ del mismo año, un espectáculo que ya se ha convertido en toda una tradición para la época.
Comienza el 2007 produciendo lo que será el proximo trabajo discográfico con el sello CACAO MUSICA junto a notables figuras como el violinista vienés Rudy Berger, residenciado en Brasil, Pablo Gil (saxo), Nené Quintero en la percusión, Roberto Koch en el contrabajo y Adolfo Herrera en la bateria; con grandes espectativas de consolidar la trayectoria de Gerry a nivel internacional.
Su agenda de conciertos se presenta muy activa para este año, al igual que su inquietud por la investigacion musical, componiendo y explorando en la música desde el formato “solo piano” pasando por la musica electronica y performance con Dj’s hasta compartir con una Orquesta Sinfónica.
La vida de Gerry Weil es una vida plena, una vida cargada de emotividad y pasión, no sólo dentro de la música sino fuera de ella. No hay dudas, sin embargo, que la música de Gerry Weil es la fuente de esa vitalidad que se ve plasmada en sus prácticas de deportes acuáticos o en las elevadas artes marciales. Gerry abriga cada segundo de su vida con la misma pasión que un niño abraza su juguete más preciado, la misma pasión que asalta a cualquier ser humano que se haya sorprendido por algún momento sublime de la vida. Uno de esos que a veces tardan en llegar.
Desde finales de los años 50, la labor didáctica de Gerry y su aporte al desarrollo musical de la música venezolana, han sido constantes. Ese esfuerzo que ya ha dejado 11 grabaciones, cientos de alumnos, muchos de los cuales son en el presente la raíz del mejor momento que vive nuestra música, y presentaciones en el exterior que han despertado el interés de audiencias europeas y americanas, finalmente se vió compensado el 14 de agosto de este año (2008) con el recibimiento del PREMIO NACIONAL DE MÚSICA.
No dudo que la expresión “más vale tarde que nunca”, bien pudiera alcanzar nuestra memoria cuando uno se entera de este relevante hecho nacional. No dudo cuan pleno, satisfecho y alegre debió sentirse Gerry al recibir la nota que expresara el otorgamiento del más importante premio del país. Sin embargo, igualmente creo que de no haber llegado ese premio, la entrega de Gerry Weil a su música, sus alumnos y todo lo que rodea su vida, hubieran permanecido incólumes. La razón es simple, Gerry ama lo que hace y lo que hace es su motivación principal. Eso deja como resultante una simple conclusión, Gerry es natural, y lo natural yace más allá de cualquier ambición terrenal o pretensión artificial que a veces se deja ver en muchos pseudo artistas.
Más allá de adentrarse en esa controversial afirmación, lo más natural es oír cada nota que da el piano de Gerry en un Caballito Frenao o en las diversas expresiones inusitadas de su Free Play, mejor aún, en la interpretación de su discurso verbal con las ocasionales incursiones del humor caribeño con el característico acento español-alemán que más jocosidad le añade al discurso mismo, pero Gerry es música.
En estos más de 50 años en el país, una vez se coló el comentario de la blanca negritud de Gerry, y es allí donde sus raíces están, en las melodiosas notas de Profundo y en las sorpresivas sonoridades de Age en las extrañas texturas primitivas de los cantos pemones de la inédita Makunamia. Gerry es nacional, Gerry es Jazz con mayúscula!
Leonardo Bigott 11/08
