Por Marcelo Aparicio (AFP) – Hace 1 día
BARCELONA — Un chico, una rosa; una chica, un libro: así se encuentran este viernes 23 de abril los novios o festejantes en las calles de Barcelona, tapizadas de rosas y libros para celebrar, como todos los años, Sant Jordi, la fiesta del día del libro y de la rosa.
Similar a la fiesta de la primavera en muchos países latinoamericanos, sobre todo Argentina y Uruguay, la 'diada de Sant Jordi' es ocasión ideal para los primeros escarceos amorosos, pero también para que se reafirmen las veteranas parejas que aún creen en la tradición del libro y la rosa.
Una tradición muy fuerte en Cataluña, que venera anualmente a su patrón, que luchó contra el dragón y que este año cobra un aspecto más reivindicativo desde el punto de vista político y menos comercial debido al impacto en los bolsillos de la crisis financiera.
Los partidos catalanes aprovecharon Sant Jordi para darle un cariz reivindicativo a la fecha.
Ante la fallida sentencia del Tribunal Constitucional, que lleva cuatro años sin pronunciarse sobre la constitucionalidad del nuevo Estatuto catalán, unas negociaciones para una respuesta conjunta entre el tripartito en el poder (PSC, ERC e ICV) y CiU centraron este viernes las declaraciones de los políticos en el tradicional almuerzo que anualmente tiene lugar en el Palacio de Pedralbes.
Para peor, comenta un crítico literario, "este año no hay ningún fenómeno literario, como pudo ser el año pasado Larsson con su trilogía" de novela negra.
Tampoco figuran novedades de autores fallecidos ni de contemporáneos vivos como algunos nóveles latinoamericanos, escritores españoles de talla, ni anglosajones 'best seller' traducidos, se lamentó el crítico.
Sin embargo, la tarde de este viernes era muy dificultoso caminar por los alrededores de la Plaza de Cataluña, por el señorial Paseo de Gracia o por la reverdecida Rambla de Cataluña.
Mucha gente se agolpaba ante las mesas llenas de novedades literarias o simples tableros improvisados que para atraer la venta de sus rosas son capaces de regalar hasta un trozo de tarta casera.
El día amaneció gris, pero al no llover, los catalanes se lanzaron a la calle después del mediodía, aprovechando el semiferiado previo a un sábado de descanso, para pasear de la mano de su amado y ponerse al día con las novedades literarias.
El poderoso Gremio de Libreros de Barcelona y Cataluña previó un ligero descenso respecto a los 20 millones de libros vendidos en la edición del año pasado y en cuanto a las rosas, los productores calculan que se venderán 6 millones de flores, apenas un 10% más que en el 2009.
Además de Colombia y Ecuador, las rosas provienen de Murcia, Holanda, Kenia y Etiopía y sólo un 10% se cultiva sobre todo en la comarca del Maresme barcelonés.
El 90% de las rosas son de color rojo y su precio oscila entre los 4 y los 6 euros la unidad, según el Mercado de la Flor y Planta Ornamental de Cataluña.
En la ficción en castellano, la obra más vendida es 'El asedio', del español Arturo Pérez-Reverte, y superó a 'Venganza en Sevilla', de Matilde Asensi, y en cuanto a la no ficción, las mayores ventas parecen haberse producido con la obra de Eduard Punset 'El viaje al poder de la mente'.
Las grandes librerías hacen de todo para atraer al público y el más solicitado de los espectáculos tuvo lugar a últimas horas de la tarde en las proximidades de la Plaza Cataluña, donde una pareja se "colgó" por las paredes de un edificio a bailarse un tango "burlón y compadrito" de alto riesgo muy aplaudido por una multitud que paseaba en busca de una rosa o un libro.
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