IDEAL. El libro, publicado por Debate, es una antología de ensayos sobre la cultura popular mexicana con el que el escritor buscaba conquistar al público español (Foto: FOTO: IMAGEN DEL LIBRO “LOS ÍDOLOS A NADO” (DEBATE) )
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MADRID.— Hace ahora un año, Carlos Monsiváis tenía previsto viajar a Madrid para presentar su nuevo libro: Los ídolos a nado (Debate), una antología de ensayos sobre la cultura popular mexicana con el que buscaba conquistar al público español y con el que vería colmada su ilusión de publicar en este país. Su muerte, el 19 de junio del año pasado, truncó el viaje, pero no el proyecto. Su amigo, el escritor veracruzano pero residente en Barcelona (España) Jordi Soler, decidió seguir adelante con la presentación del libro, que ayer tuvo lugar en la sede de la Casa de América de Madrid.
“Hacer esta antología me hacía mucha ilusión porque Monsiváis fue un escritor que retrataba la cotidianidad mexicana como nadie lo había hecho y como nadie lo hará, pero con una prosa absolutamente universal”, aseguró. “Por eso quería que el libro se publicara aquí para que los lectores españoles pudieran aprender muchas cosas de él”, añadió.
Soler, que lamentó que Monsiváis no hubiera podido presidir el acto, reconoció que el libro se convirtió “en un regalo para mi amigo”.
Soler conoció a Monsiváis cuando era pequeño. Su padre, el escritor y Enrique Álvarez Félix, hijo de María Félix, estudiaban juntos en la UNAM. Y cada día que Enrique llegaba a la universidad “en un coche impresionante conducido por el chofer de su madre”, recordó el veracruzano, “Monsiváis, que tendría 20 años, hacía el mismo ritual: le preguntaba al conductor que dónde se sentaba la actriz y besaba el asiento”.
Anécdotas con el autor
Poco a poco la amistad entre ambos escritores se fue consolidando. Y además de compartir la pasión por la literatura, vivieron experiencias “estrafalarias”, en palabras de Soler, como cuando en 1998 el movimiento zapatista todavía seguía candente, llevó a Monsiváis a un concierto del grupo U2 porque su líder, Bono, quería conocerle. “Detrás del escenario mantuvimos una charla”, recordó Soler. Monsiváis explicó a Bono todo lo que quería saber de la historia de México e “inmediatamente después de contarle una versión abreviada de la historia de la patria, con la que el cantante se quedó debidamente informado, empezó a preguntarle generalidades y detalles sobre el conflicto en Irlanda del Norte, con un conocimiento del tema que nos dejó a todos boquiabiertos”, relató. “Y en un inglés perfecto”, añadió.
Soler definió a Monsiváis como un “observador crítico” al que le interesaba todo. Dijo que durante casi medio siglo “fue el interlocutor de la sociedad mexicana frente a todos sus fantasmas”. Destacó de él el ser “la voz de las causas más susceptibles de ser derribadas como los homosexuales y las mujeres”. Y recordó que en México era muy famoso “para las personas que ni siquiera sabían que escribía pero que se le acercaban a él porque era como una especie de estrella del pop”.
Sobre el título Los ídolos a nado, Soler explicó que es un verso del poeta Ramón López Velarde, que eligió Monsiváis al ser uno de sus favoritos y con el que pretendía reflejar la idea de cruzar el mar y alcanzar la otra orilla.
Los ensayos de la publicación han sido extraídos de una decena de libros e incluye textos de los representantes de la cultura popular mexicana, como las estrellas del cine María Félix, Dolores del Río y Cantinflas, o de la música, Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, en los que Monsiváis dibuja, a juicio de Soler, perfiles “filosóficos, pop y barrocos”.
Además, tiene un ensayo sobre la marcha del EZLN a la Ciudad de México en 2001, en el que se brinda “una radiografía” de la sociedad mexicana y una visión del mundo indígena, y cierra con una reflexión sobre los trabajos y mitos de la cultura iberoamericana. El libro llegará a México en agosto.
