Retorno
Artículo publicado en el Correo del Orinoco, en la columna "Con vista a la derecha", de Farruco Sesto.
(Publicado el jueves 04 de febrero)
En el trabajo de caracterización de la derecha venezolana que pacientemente voy haciendo cada jueves a través de esta columna, hoy no puedo dejar de referirme a un evento inesperado.
El martes el Presidente Chávez anunció mi retorno al Ministerio de Cultura. Es decir, al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Eso del Poder Popular es importante y nunca hay que olvidarlo. No es un eslogan. Es un principio. Es el componente ideológico básico en este hermoso proyecto de transformación.
Ahora me va a tocar relacionarme institucionalmente, es decir, desde un cargo oficial, con todos los venezolanos y venezolanas a quienes debe alcanzar la gestión cultural y, de un modo muy particular, con los intelectuales y artistas, entre los cuales una parte a tener en cuenta es oposicionista.
Como en cualquier paisaje humano allí hay de todo. Gente sensata con la que se puede hablar, trabajar, y hasta desarrollar proyectos de interés mutuo. Y así lo haremos. Gente con la que se puede establecer una buena polémica que, como ellos mismos saben, en lo personal nunca rehúyo cuando el tema vale la pena. Bien, espero que podamos hablar y discutir con altura. Pondré mi voluntad y buena fe en ello. Me gusta la batalla de las ideas.
Pero también hay algunos oposicionistas, obcecados y obsesivos, que de nuevo abrirán fuego y nos llamarán censores, estalinistas, comisarios, y todas esas pendejadas producto del odio y el fanatismo oposicionista. A ellos les aseguro que no les daré tregua.
(Publicado el jueves 04 de febrero)
En el trabajo de caracterización de la derecha venezolana que pacientemente voy haciendo cada jueves a través de esta columna, hoy no puedo dejar de referirme a un evento inesperado.
El martes el Presidente Chávez anunció mi retorno al Ministerio de Cultura. Es decir, al Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Eso del Poder Popular es importante y nunca hay que olvidarlo. No es un eslogan. Es un principio. Es el componente ideológico básico en este hermoso proyecto de transformación.
Ahora me va a tocar relacionarme institucionalmente, es decir, desde un cargo oficial, con todos los venezolanos y venezolanas a quienes debe alcanzar la gestión cultural y, de un modo muy particular, con los intelectuales y artistas, entre los cuales una parte a tener en cuenta es oposicionista.
Como en cualquier paisaje humano allí hay de todo. Gente sensata con la que se puede hablar, trabajar, y hasta desarrollar proyectos de interés mutuo. Y así lo haremos. Gente con la que se puede establecer una buena polémica que, como ellos mismos saben, en lo personal nunca rehúyo cuando el tema vale la pena. Bien, espero que podamos hablar y discutir con altura. Pondré mi voluntad y buena fe en ello. Me gusta la batalla de las ideas.
Pero también hay algunos oposicionistas, obcecados y obsesivos, que de nuevo abrirán fuego y nos llamarán censores, estalinistas, comisarios, y todas esas pendejadas producto del odio y el fanatismo oposicionista. A ellos les aseguro que no les daré tregua.