Sarah Wendell, bloguera y coautora de Beyond Heaving Bosoms, junto a algunas obras románticas.
Sarah Wendell, una bloguera y coautora de Beyond Heaving Bosoms, es una apasionada de las novelas románticas.
Excepto por las cubiertas, con sus imágenes de miembros esbeltos, cabelleras largas y onduladas o, como dice, “los pechos masculinos”.
“No siempre son algo que una se sienta cómoda leyéndolas en público”, dice Wendell. Así que empezó a leer libros-e, librándose de las miradas y las sonrisas maliciosas de extraños en el subterráneo, y uniéndose a muchas lectoras que han cambiado las llamativas cubiertas de las novelas románticas por la discreción de los libros-e.
Si el lector-e es el equivalente digital del forro de papel en un libro, el lector de novelas románticas es un poco como la carpa asiática: insaciable e imparable.
Juntos, se ha visto, son una pareja ideal. Los libros románticos son el segmento de crecimiento más acelerado en el mercado de la lectura-e, muy adelante de la ficción en general, del género de suspenso o de ciencia ficción, según datos de Bowker, una organización de investigación para la industria editorial.
Editores y vendedores al menudeo, espiando una oportunidad, han empezado a perseguir ansiosamente a esos lectores entusiastas de romances que han abandonado lo impreso por lo digital.
“El romance”, dice Matthew Shear, vicepresidente ejecutivo y editor de la Editorial St. Martin, que publica entre 40 y 50 novelas románticas cada año, está haciéndose “tan popular en los libros-e como lo es en los libros impresos”.
Cuando Maybe This Time, un novela romántica ligera de fantasmas por la famosa autora Jennifer Crusie, empezó a circular en agosto, vendió tantos libro-e como libros de cubierta dura en la primera semana, dice Shear, como parte de un fenómeno que empezó a notar este verano con otros títulos de libros de romance.
En All Romance, un menudista en línea que vende sólo libros-e, las ventas se han más que duplicado ese año, y los libros más buscados son usualmente los más audaces.
“Es más fácil comprar un título un tanto travieso en línea que en la tienda de ladrillos y mortero donde el pastor o sacerdote quizá está en la fila detrás de ti”, dice Barb Perfetti, principal funcionaria financiera de All Romance.
“Muchos de nuestros lectores nos han hablado para decirnos: “Ahora no tengo que mostrar siempre a mi esposo lo que estoy leyendo”. Barnes & Noble, la mayor cadena de librerías de Estados Unidos, está tratando de atraer a lectores de novelas de romance más agresivamente.