Los enfrentamientos fueron en Misrata, Ras Lanuf y Tobruk, en el este del país. La oposición niega haber perdido terreno.
En Ras Lanuf, periodistas de la AFP comprobaron además que esa ciudad seguía en manos de los insurrectos que la habían tomado el sábado, aunque el domingo por la mañana la aviación de Kadafi llevó a cabo dos ataques. Los bombardeos no dejaron víctimas, según los primeros informes, aunque provocaron movimientos de pánico en la población, que corría por las calles en busca de refugio. En cambio, los intensos combates obligaron a los insurgentes a retirarse de Bin Jawad, a unos 30 km de Ras Lanuf, desde donde habían esperado avanzar hasta Sirte, que se halla unos 160 km más hacia el oeste. Según fuentes médicas esos combates dejaron al menos dos muertos y 30 heridos, entre ellos un periodista francés. Pero los insurgentes desmintieron en cambio que las fuerzas de Kadafi hubiesen retomado Tobruk, cerca de la frontera con Egipto. En Misrata (150 km al este de Trípoli), los tanques de Kadafi bombardearon la ciudad y provocaron 15 muertos según fuentes rebeldes. "Los tanques disparan hacia el centro de la ciudad, cerca del local de la radio. Los habitantes no tenemos armas. Si la comunidad internacional no interviene, habrá una carnicería", declaró por teléfono un habitante.
En los últimos días, el ejército libio había lanzado una contraofensiva para detener el avance de los insurgentes, bombardeando Ajdabiya y Brega. Pero la insurgencia, una mezcla de jóvenes sin verdadera experiencia de combate y de militares que se unieron a la oposición, había logrado, pese a todo, avanzar hasta la ciudad petrolera de Ras Lanuf, a 300 km al sudoeste de Bengazi, feudo de la oposición, a unos 1.000 km al este de Trípoli. Pero hoy, según la información oficial, la situación cambió. Y no sólo la ofensiva insurgente se detuvo sino que además ya se habla de que las fuerzas leales a Kadafi ya se dirigen hacia Bengazi.
Las imágenes de unas 5.000 personas que celebraron la "victoria contra los terroristas" en la Plaza Verde de Trípoli, así como en Sirte, la ciudad natal del "Guía de la Revolución", y en Sebha (sur) fueron reproducidas una y otra vez por la televisión estatal. Una puesta en escena del régimen para ganar algo de estabilidad para su líder.
Mientras tanto, Muammar Kadafi, de 68 años, intenta escapar a la presión de la ONU y desde su entorno se declararon favorables al envío de una comisión de investigación de "Naciones Unidas o de la Unión Africana" para evaluar la situación. También responsabilizó nuevamente a Al Qaeda y manifestó su temor de una masiva migración a Europa.
Según la ONU, más de 100.000 personas huyeron de Libia tan sólo por la frontera con Túnez desde el 20 de febrero.