En reiteradas ocasiones felicitamos a ponentes e investigadores por el éxito de su trabajo y muy pocas veces pensamos en esa persona que desde su puesto laborar tanto contribuye a las investigaciones. Desde la más sencilla que pueda mandar un maestro a su alumno de una escuela primaria hasta aquellas que son merecedoras de lauros y reconocimientos importantes han pasado por las manos de estas personas que consagran su vida a los libros.
Aurora Serrano fue una de esas bibliotecarias a las cuales en innumerables oportunidades acudo desde que era pequeña, para que me oriente, me guíe, a la hora de buscar un libro o para hacer algún trabajo ella siente una gran satisfacción cuando realiza su trabajo:
“Ser bibliotecaria para mí ha sido más que un oficio, me ha dado la oportunidad de superarme cada día más, de conocer a muchas personas, de ver formar a buenos profesionales pues puedo afirmar que los buenos profesionales han sido usuarios de la Biblioteca desde niños y esto es una satisfacción que uno tiene”.
¿Cómo llegó al oficio?
“Al oficio llegué siendo muy jovencita, cuando una persona que me conocía por las veces que visitaba la Biblioteca fue hasta mi casa para preguntarme si quería ser bibliotecaria, por supuesto que acepté, entonces en la Biblioteca provincial Alex Urquiola me hicieron una prueba de actitud que aprobé con muy buenos resultados y a partir de ese momento comencé a superarme a la vez que me sumergía en el fascinante mundo de los libros”.
¿Porqué de celebra el 7 de junio como el Día del Bibliotecario?
“Bueno pues porque el 7 de Junio de 1812 nació en La Habana uno de los más insignes intelectuales cubanos: Antonio Bachiller y Morales, prolífico periodista, historiador, abogado y bibliógrafo, el Padre de la Bibliografía Cubana, y en honor al día de su nacimiento se instituyó el 7 de Junio como Día del Bibliotecario Cubano”.
En estos tiempos de nuevas tecnologías ¿piensa que desaparecerán los libros y tendremos solo bibliotecas virtuales?
No pienso que no, pues el encanto que tienen los libros es mágico y eso no lo puede alcanzar las nuevas tecnologías, aunque es muy cierto que el desarrollo es innegable, pero pienso que eso no es posible pues siempre existirán personas que como yo se sientan hechizadas por la magia de los libros.
Sin lugar a dudas Aurora es una de estas personas que ha dedicado más de cuarenta años de su vida a este oficio, quien se ha preparado durante años, para apoyar la formación de nuestros jóvenes, para colaborar en el desarrollo científico del país.
El 7 de junio se reconoce la actividad de los bibliotecarios en todos los sectores en los que se desarrolla la labor que es de gran importancia para nuestra sociedad, una sociedad en la que el recurso más valioso es el conocimiento, por lo que el bibliotecario se convierte en un puente entre las necesidades de información y los medio con los que aquellas se pueden satisfacer.