Andrés Eloy Blanco fue una figura importante para Venezuela |
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Ciudad Guayana.-
Andrés Eloy Blanco, una de las figuras más importantes de Venezuela,
nació el 6 de agosto de 1896 en Cumaná estado Sucre. Es por ello que hoy
se cumplen 116 años del natalicio de este hombre, quien además de ser
poeta, fue abogado, humorista, escritor y político; perteneció a la
“Generación del 28” y fundó el partido Acción Democrática (AD).
Toda su infancia la vivió en la Isla de Margarita- Nueva Esparta, hasta
que decidió mudarse a Caracas para estudiar en el Colegio Nacional,
luego ingresó a la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde cursó
la carrera de derecho, graduándose en 1918. No obstante, ese mismo año
fue encarcelado por haber participado en manifestaciones contra el
régimen.
Además de haber tenido gran talento para el estudio de las leyes,
destacó su habilidad para la literatura; uno de sus primeros poemas fue
“La espiga y el arado”, el cual fue premiado en los Juegos Florales de
Ciudad Bolívar en 1916. Para 1921 publicó su primer libro llamado
“Tierras que me oyeron”, y en 1923 recibió su primer premio en el
concurso de la Real Academia Española, que tuvo lugar en Santander-
España-.
Escritura perfecta
Después de terminar sus estudios, comenzó a ejercer como abogado, pero
paralelamente seguía escribiendo, y en 1924 fue nombrado miembro de la
Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Cuatro años más tarde empezó a
editar- de manera clandestina-, el periódico disidente “El Imparcial”,
el cual se convirtió en el medio de difusión de las agrupaciones Unión
Social Constructiva Americana y Frente de Acción Revolucionaria.
Durante ese año también formó parte del grupo de estudiantes
universitarios que se alzaron en contra la dictadura del general Juan
Vicente Gómez, y tras el golpe de estado del 7 de abril, quedó preso-
desde 1928 hasta 1933-, en la prisión de La Rotunda, para luego
trasladarlo al Castillo Libertador de Puerto Cabello, donde permaneció
un año.
El encierro y las necesidades que pasó en esas paredes, abrieron su
creatividad, pues tuvo contacto con campesinos y obreros analfabetas,
quienes lo inspiraron para redactar varias obras como “Barco de Piedra”,
“Malvina Recobrada”, “Abigail” y “Baedecker 2000”. De hecho el primero
de ellos es considerado uno de los más tristes, porque refleja las
condiciones de su celda- oscura y fría-.
Dedicado a las letras
Blanco fue liberado por cuestiones de salud; sin embargo se le prohibió
realizar cualquier tipo de manifestación pública. Es por ello que
regresó al mundo de las letras, donde publicó la edición Poda, que
incluía poemas conocidos como “Las uvas del tiempo” y “La renuncia”.
Luego de la muerte de Gómez, representó varios cargos importantes en el
país. Fue nombrado por el presidente Eleazar López Contreras, como jefe
del Servicio de Gabinete en el Ministerio de Obras Públicas, inspector
de consulados, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente
convocada para la reforma de la constitución- 1946- y Ministro de
Relaciones Exteriores por el presidente Gallegos- 1948-.
Un accidente de tránsito registrado en México el 21 de mayo de 1955,
acabó con su vida; los restos fueron trasladados a Caracas donde
realizaron el sepelio bajo estrictas normas de seguridad por parte de
las fuerzas del régimen.
Trabajos reconocidos
Dos de los mejores trabajos que dejó Blanco, fueron “Coloquio bajo la
palma”, que refleja el espíritu de superación del ser humano y la
necesidad de estudiar, el cual también es considerado un canto al
trabajo, igualdad social, educación, libertad y democracia. El segundo
es “Píntame angelitos negros”, un himno en contra de la discriminación
racial.