Más de 150 niños del Servicio de Pediatría del Hospital Nacional de Clínicas participaron de la actividad en la que médicos y abuelos leyeron cuentos.
WWW.LAVOZ.COM.ARLa semana pasada, el tercer piso del Clínicas vivió una jornada mágica. El ala derecha parecía un gran salón de juegos, y no un servicio de pediatría de hospital público. En lugar de estetoscopio, el doctor portaba peluca de rana, pompón en la nariz y una corbata de cartulina con flores de celofán, sobre el impecable guardapolvo blanco. En vez de jeringa o termómetro, en la mano tenía un libro con ilustraciones, y lo leía en voz alta.
Ese día, más de 150 niños de variadas edades y extracciones llenaron las salas del pabellón que actualmente ocupa la Cátedra y Servicio de Pediatría. El motivo aparente, adherir a la edición anual de la Maratón de Lectura Infantil, un encuentro nacional que organiza la Fundación Leer.
La razón subyacente, celebrar el aniversario de dicha unidad académica. “Llevará un tiempo, que la gente se acostumbre a la idea de que un hospital de adultos también atiende niños, pero lo lograremos”, confía su titular, Daniel Quiroga.
No deja de ser raro hacer nota en un edificio tan imponente y con olor a desinfectante, con profesionales ya grandecitos ataviados como para una fiestita con pelotero y payasos. A las 9, una doctora abrió la actividad disfrazada de marioneta, tamaño natural, lo cual sedujo de inmediato a los convocados.
Esta maratón se realizó gracias al esfuerzo conjunto del Museo en Ciencias de la Salud, la Secretaría de Extensión de Ciencias Médicas y la Cátedra de Clínica Pediátrica. Había docentes, animadores, médicos y enfermeras, y un grupo de abuelos cuenteros que trabajaron más con padres que con niños.
“Más falta hace convencer a los padres de que apaguen el televisor o la computadora, y lean o escuchen un cuento ... Los chicos se convencen solos”, reflexiona el doctor Quiroga.
“El libro es un gran aliado, de la salud física y mental de un niño. Sobre todo en relación con el adulto, porque afianza el diálogo entre ambos. Cada vez más nos enfrentamos a cuadros o enfermedades que, en realidad, son consecuencia de la falta de atención o de muestras de afecto hacia el niño”, se lamenta.
Aunque las infecciones respiratorias agudas siguen motivando el grueso de la urgencia médica, en paralelo han crecido las “nuevas” consultas, por falta de límites, problemas de aprendizaje o alimentación, y por las preocupantes depresiones infantiles.
Sueño cumplido. Hace un año, la Universidad Nacional de Córdoba puso en práctica una resolución del anterior decano de Medicina, el ya fallecido profesor José María Willington.
Hasta entonces, la Clínica Pediátrica había andado de un lugar a otro. “El año pasado vimos cumplido el sueño de la casa propia”, resume el pediatra y neonatólogo Eduardo Halac, en referencia al destino definitivo en el Clínicas.
La Cátedra de Clínica Pediátrica y Servicio de Pediatría de la UNC ofrece la siguiente atención: Calidad de Vida y Medicina del Deporte; Cirugía; Cirugía Plástica; Dermatología; Diabetología; Endocrinología; Enfermedades Respiratorias; Infectología; Neurología; Oftalmología; Otorrinolaringología; Reumatología y Traumatología.
