Unos mil policías y militares se insubordinaron en Quito desde las siete hora local (las 9 en la Argentina) y tomaron el Regimiento Quito, el mayor de la capital, donde se negaron a dialogar con el presidente Rafael Correa, quien se hizo presente en el lugar.
La cúpula de las Fuerzas Armadas respaldó al presidente ante el caos generado en el país. Los sublevados le tiraron agua caliente a Correa. El presidente estuvo reunido con el ministro de Defensa y la cúpula de las Fuerzas Armadas y ahora está siendo atendido por los gases lacrimógenos que inhaló.
El aeropuerto está cerrado y todos los vuelos suspendidos. El Banco Central pidió no permitir el retiro de dinero de los bancos El amotinamiento policial se extendió rápidamente hacia el resto del territorio nacional y existen rutas y vías obstaculizadas y algunos aeropuertos cerraron. El discurso de Correa no calmó a los insubordinados.
Desde una ventana del Regimiento, en un improvisado discurso, el mandatario se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas. Y señaló que no dará marcha atrás en la ley de servicio público, aprobada el martes por la Asamblea Nacional, que retira condecoraciones y bonos a los policías.
El ministro de seguridad interna, Miguel Carbajal, confirmó que se declaró el Estado de sitio, como una medida para "garantizar la seguridad pública". Además les pidió a los insubordinados que depongan su actitud.
El Jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, aseguró: "Estamos en un estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor Presidente de la República".
Autor: www.otrodia.com
La cúpula de las Fuerzas Armadas respaldó al presidente ante el caos generado en el país. Los sublevados le tiraron agua caliente a Correa. El presidente estuvo reunido con el ministro de Defensa y la cúpula de las Fuerzas Armadas y ahora está siendo atendido por los gases lacrimógenos que inhaló.
El aeropuerto está cerrado y todos los vuelos suspendidos. El Banco Central pidió no permitir el retiro de dinero de los bancos El amotinamiento policial se extendió rápidamente hacia el resto del territorio nacional y existen rutas y vías obstaculizadas y algunos aeropuertos cerraron. El discurso de Correa no calmó a los insubordinados.
Desde una ventana del Regimiento, en un improvisado discurso, el mandatario se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas. Y señaló que no dará marcha atrás en la ley de servicio público, aprobada el martes por la Asamblea Nacional, que retira condecoraciones y bonos a los policías.
El ministro de seguridad interna, Miguel Carbajal, confirmó que se declaró el Estado de sitio, como una medida para "garantizar la seguridad pública". Además les pidió a los insubordinados que depongan su actitud.
El Jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, aseguró: "Estamos en un estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor Presidente de la República".
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